Estoy segura de que
no conocemos a la gente por accidente. Somos bendecidos porque conocemos a
gente que nos apoya, nos da fuerza y nos ama. Y déjame decir que también somos
bendecidos por encontrar aquellos que nos usan, nos engañan, nos hacen daño y
rompen nuestros corazones. Sí, has leído correctamente.
Llámame loca, pero
esa gente y esas experiencias nos moldean y nos ayudan a convertirnos en una
mejor versión de nosotros mismos. Gracias a ellos nos volvemos más fuertes, más
sabios, más inteligentes y mejores en todos los aspectos. Crecemos a través del
conflicto.
No hace falta
decirlo, es devastador cuando alguien nos usa, especialmente cuando una parte
de ti te dijo que no confíes en esa persona, pero DECIDISTE correr el riesgo de
todos modos. Y eso está muy bien. En mi opinión, no deberias de ser duro contigo mismo
porque tomaste una mala decisión. Al contrario, deberías estar orgulloso del
hecho de que eres lo suficientemente valiente para asumir el riesgo. Sé que
muchos no tienen tanto valor.
Nosotros no somos
personas BUENAS o MALAS personas basado en una sola elección que hicimos.
Depende de un conjunto de muchas decisiones que hacemos todos los días. Hay que
ver a la Madre Teresa por ejemplo. ¿Qué pasaría si descubres que tenía
múltiples compañeros sexuales a lo largo de su vida? ¿Eso disminuiría su valor?
¿Eso valdría mas que todo lo que hizo? ¿Borraría todas las cosas buenas que
hizo? El punto de todo esto es: hacer una mala elección no te hace menos
valioso, sólo te hace humano.
Entiende que tu valor no disminuye en base a los errores que has
cometido. Recuerda que tu valor no cambia cuando haces una mala elección. Es
comprensible que tendemos a pensar en nuestros errores, pero permíteme
preguntarte algo: ¿ayuda en lo absoluto estar preocupados por los errores
cometidos en el pasado? Estoy casi segura que la respuesta es no, entonces ¿por
qué nos atormentamos? Déjalo ir!
Es genial el hecho
que aprendiste algo de las malas experiencias, pero NO lleves contigo la carga
en la siguiente. Ten en cuenta que cada experiencia es diferente,
cada persona es diferente y cada situación es diferente. Sólo porque alguien te
lastimó no significa que todo el mundo quiere lastimarte. Pero, ¿cómo vas a
saber la verdad? Simple: No estés a la defensiva [independientemente de las
experiencias pasadas]. ¿Cómo sanará tu corazón? Arriésgate. Permítete serte
fiel a ti mismo. Permítete sentir. Permítete amar… y ser amado.
Si optas por dañar
a los demás sólo porque algunos te lastimaron, ¿adivina qué? Este ciclo nunca
terminará.
Yo elijo terminar
el ciclo. Yo elijo seguir confiando, seguir cometiendo errores y seguir tomando
riesgos.
Tomar malas
decisiones es una de las
cosas hermosas de ser humano, así que aprende de ellas, dejarlas ir y sigue
adelante.
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