Friday, April 18, 2014

Reparando corazones rotos



     Estoy segura de que no conocemos a la gente por accidente. Somos bendecidos porque conocemos a gente que nos apoya, nos da fuerza y nos ama. Y déjame decir que también somos bendecidos por encontrar aquellos que nos usan, nos engañan, nos hacen daño y rompen nuestros corazones. Sí, has leído correctamente.

     Llámame loca, pero esa gente y esas experiencias nos moldean y nos ayudan a convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Gracias a ellos nos volvemos más fuertes, más sabios, más inteligentes y mejores en todos los aspectos. Crecemos a través del conflicto.

     No hace falta decirlo, es devastador cuando alguien nos usa, especialmente cuando una parte de ti te dijo que no confíes en esa persona, pero DECIDISTE correr el riesgo de todos modos. Y eso está muy bien. En mi opinión, no deberias de ser duro contigo mismo porque tomaste una mala decisión. Al contrario, deberías estar orgulloso del hecho de que eres lo suficientemente valiente para asumir el riesgo. Sé que muchos no tienen tanto valor.

     Nosotros no somos personas BUENAS o MALAS personas basado en una sola elección que hicimos. Depende de un conjunto de muchas decisiones que hacemos todos los días. Hay que ver a la Madre Teresa por ejemplo. ¿Qué pasaría si descubres que tenía múltiples compañeros sexuales a lo largo de su vida? ¿Eso disminuiría su valor? ¿Eso valdría mas que todo lo que hizo? ¿Borraría todas las cosas buenas que hizo? El punto de todo esto es: hacer una mala elección no te hace menos valioso, sólo te hace humano.

     Entiende que tu valor no disminuye en base a los errores que has cometido. Recuerda que tu valor no cambia cuando haces una mala elección. Es comprensible que tendemos a pensar en nuestros errores, pero permíteme preguntarte algo: ¿ayuda en lo absoluto estar preocupados por los errores cometidos en el pasado? Estoy casi segura que la respuesta es no, entonces ¿por qué nos atormentamos? Déjalo ir!

     Es genial el hecho que aprendiste algo de las malas experiencias, pero NO lleves contigo la carga en la siguiente. Ten en cuenta que cada experiencia es diferente, cada persona es diferente y cada situación es diferente. Sólo porque alguien te lastimó no significa que todo el mundo quiere lastimarte. Pero, ¿cómo vas a saber la verdad? Simple: No estés a la defensiva [independientemente de las experiencias pasadas]. ¿Cómo sanará tu corazón? Arriésgate. Permítete serte fiel a ti mismo. Permítete sentir. Permítete amar… y ser amado.

     Si optas por dañar a los demás sólo porque algunos te lastimaron, ¿adivina qué? Este ciclo nunca terminará.

     Yo elijo terminar el ciclo. Yo elijo seguir confiando, seguir cometiendo errores y seguir tomando riesgos.


     Tomar malas decisiones es una de las cosas hermosas de ser humano, así que aprende de ellas, dejarlas ir y sigue adelante.

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